Smile like you Mean It | Winnie's RS.

La chica de la eterna sonrisa. La gente ve a la castaña por la calle y se pregunta por qué parece tan feliz. Quienes la conocen un poco más se preguntan cómo alguien que lo ha perdido todo puede permitirse el lujo de ser optimista. Winnie tiene una sonrisa para todos ellos y les dirá "porque aún lo tengo todo por ganar", como si de verdad se lo creyera. Y es que en esta ciudad y en este mundo, todos se disfrazan de algo para poder sobrevivir. Ella no es un corderito inocente que no sabe defenderse, sabe bien lo que hace cuando muestra una sonrisa mientras sus bolsillos están llenos de mágicas y químicas tentaciones, no es más que una estrategia. Sin embargo, en algún punto del camino perdió la línea entra le realidad y la ficción.
Ella sonríe, como si cada céntimo gastado en sus mercancías fuera el mejor dinero invertido. Sonríe a sus compañeros, a su competencia, como si no quisiera devorarlos o estuviera segura de que ellos no quisiera quitarla del medio. Sonríe en el trabajo, a lo amigos que cuenta con los dedos de una mano... pero cuando llega a casa, se pregunta cuántas vidas arruinó por tratar de construir la suya, cuánto va a tardar alguien en darle la primera puñalada en la espalda, quién la abandonará de nuevo. Y es que tanto ella como su sonrisa en forma de máscara, están más rotas de lo que jamás deja ver.

Cuenta con los dedos de una mano los amigos de verdad. Sin embargo, es algo que se toma muy en serio. Para ella la amistad es un privilegio, es esa familia que se elige pero que se respeta tan conciencia como si fuera la sangre. Con ellos es sobre protectora, con un aura maternal instintiva. Se permite dar buenos consejos, de esos que ella jamás siguió, aunque deja tropezar y estará allí para levantar a quien caiga si hace falta. Pero la confianza, es algo que se le da realmente mal, será tu oído para largas conversaciones, pero no esperes de ella una confesión de cómo se siente o como piensa. Las cosas, las suyas y que duelen, las guarda en metafóricas cajitas bajo llave en un corazón que no está segura de que aún funcione correctamente. La primera para una fiesta hasta el amanecer, con tortitas caseras de desayuno. Se considera buena amiga, aunque jamás esté segura de sí es capaz de dar tanto como recibe.
Puede parecer una muñeca, pero se sabe defender. Es directa con las palabras, puede falsear con su actitud, pero jamás se anda con rodeos. No tiene el menor problema en ser sarcástica cuando alguien o algo no el agrada. Menos aún si considera a alguien un enemigo, puede ser hiriente, e incluso no sería ni la primera ni la última vez que ha llegado a defenderse con los puños. No es una señorita en esos aspecto, es capaz de perder la sonrisa, de dejar que otros se la borren a golpes si ella puede devolverlos. Al fin y al cabo, es lo justo, ¿no?

Tiene el corazón roto, podrido, con huecos tan grandes que no está segura de que sean reparables. Es chica que calienta alguna cama y se escabulle por las mañanas como un gato por los tejados. Nada es constante, no deja que nada permanezca. La última vez que lo hizo, hace ya casi diez años, el recuerdo le dejó a un hijo que jamás podrá conocer, ¿puedes culparla por huir del amor? Inténtalo, tal vez se le acabe la sonrisa y no te guste tanto lo que hay tras el disfraz.